La primera de las esculturas de fieltro de Pablo Suárez viene del performance llamado La Doncella debe morir. La pieza en sí es una venganza en la subjetividad del artista para con odios cargados desde la niñez.
La primera lectura que se le da, el ¿quién es esa doncella? viene de una asignación al personaje creado, y esto viene del odio que las señoras quejonas estereotipadas, y un querer exagerado de sus destinos.
La segunda de estas procedencias vendría siendo la práctica general de la obra del creador con respecto a la búsqueda iniciada en el libro de los Batmen, donde se encuentra la historia personal de este en la infancia bajo la tutela del televisor y de las caricaturas.
El significado del fieltro refiere a su naturaleza de uso en juguetes que representaban a los personajes de los dibujos animados, un material sin pretenciones, donde su simple existencia remite a la ingenuidad infantil que era tan motivada por los caricaturizados.
Así el performance hace énfasis en la clásica escena del villano amarrando a la doncella en las vías del tren, y, aunque en las caricaturas había un héroe que rescataba a esta, en la acción tan solo basta el amarrar al absurdo personaje en las vías y ahí acaba.
La pieza fue realizada en las vías del tren de la colonia San Pedro, cercanas al panteón Jardines del recuerdo, al norte de la ciudad de México.
+La+doncella+debe+morir.JPG)
